martes, 26 de mayo de 2009

Honradez en los negocios


AL VIEJO proverbio, “La honradez paga,” el cínico de hoy día replica: “¡Pero no lo suficiente!” Haciendo eco a este punto de vista, un libro menciona que la honradez “quizás sea un ideal noble, pero tiene poco valor en la lucha de vida o muerte por sobrevivir y por seguridad. El hombre tiene poca elección en el asunto. Tiene que mentir para vivir.”

¿Cree usted eso? Muchos comerciantes sí lo creen. La falta de honradez es tan común que en un “juego familiar” acerca de operar negocios la atracción publicitaria es: ‘Usted puede hacer cualquier cosa con tal de que no lo atrapen.’ Pero la falta de honradez no es un “juego” para los que la usan en el comercio. Frecuentemente razonan: “Uno tiene que prescindir de ella.”

En cuanto a la conciencia, Daniel Drew, un financiero inescrupuloso del siglo pasado, dijo esto: “Nosotros no hacemos distinciones sutiles en cuanto a insignificancias . . . Una conciencia susceptible sería como un delantal de seda blanca para un herrero. De vez en cuando uno tiene que ensuciarse las manos.”

¿Es verdaderamente cierto que uno tiene que suprimir la conciencia para tener éxito en los negocios? ¿Tiene el comerciante que prescindir de la honradez? Puesto que la conciencia tiene que ver con ello, el punto de vista bíblico es valioso. Pone a la honradez en la perspectiva apropiada, desenmascarando a las prácticas faltas de honradez por lo que verdaderamente son.


Sin embargo hay quienes justifican la falta de honradez diciendo: “Así son los negocios.” Tratan de poner la responsabilidad sobre el consumidor, diciendo: “Caveat emptor,” “Cuídese el comprador.” Pero, ¿es la falta de honradez bajo el manto de “negocios” de algún modo más legítima? ¿Puede un ladrón decir: “Cuídense mis víctimas,” para deshacerse de la responsabilidad por su robo?

Debemos tener cuidado con ese tipo de pensar a la hora que tengamos que hacer actividades sea en la escuela, trabajo o en el hogar.

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