domingo, 31 de mayo de 2009

¿Por qué vestirse de humildad?

EL ESCRITOR estadounidense Edgar Allan Poe acababa de leer a unos amigos un nuevo relato que había escrito. Bromeando, ellos comentaron que había mencionado demasiado el nombre del héroe. ¿Cómo reaccionó Poe? Un amigo recordó lo siguiente: “Su espíritu orgulloso no pudo soportar aquella franca crítica; por eso, en un estallido de cólera, y antes de que sus amigos pudieran impedírselo, Poe arrojó todas las páginas al fuego”. Se perdió un relato “muy divertido, que no manifestaba su [...] peculiar melancolía”. La humildad pudiera haber salvado aquel relato.

A pesar de que el orgullo hace que la gente obre imprudentemente, cunde en el mundo. Pero los siervos de Jehová tienen que ser diferentes. Tienen que llevar puesta la bien diseñada prenda de la humildad.

¿Qué es la humildad?

El apóstol Pablo aludió a la hermosa prenda cristiana de la humildad en su escrito a sus compañeros de creencia de la antigua ciudad de Colosas. Exhortó: “Como escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia”. (Colosenses 3:12.)

Sí, como ahí se indica, la humildad encierra una actitud mental. Es la ‘virtud que consiste en el conocimiento de la propia inferioridad’ (Diccionario Ideológico); ‘una virtud contrapuesta al orgullo’ (Moliner); “mansedumbre” (Diccionario Ilustrado de la Biblia). La persona humilde es “modesta” y ‘respetuosa’ (Moliner); ‘no orgullosa’ (Diccionario de la Biblia). La humildad no es cobardía ni debilidad. De hecho, el orgullo refleja debilidad, mientras que muchas veces el desplegar humildad requiere valor y fortaleza.

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