martes, 9 de junio de 2009

Moralidad


La teoría de la evolución se convirtió en lo que el renombrado científico Fred Hoyle llamó “un capítulo abierto a todo tipo de oportunismos”.
Desde luego, la teoría de la evolución es solo una parte del cuadro. Dos guerras mundiales alimentaron la desilusión generalizada que había con la religión. La revolución industrial produjo grandes cambios sociales y morales. Además, la rápida expansión de los medios de comunicación de masas, ha hecho posible exponer a grandes sectores de la población a costumbres morales decadentes.

Poco sorprende, entonces, que muchas personas carezcan de un punto de referencia moral. Van a la deriva como un barco sin timón. Por ejemplo, muchos se suman a la corriente popular del relativismo moral, el punto de vista de que “las verdades éticas dependen de los individuos y grupos que las defienden”.Según la corriente popular, no hay verdades morales absolutas, todo es relativo. “Lo que es malo para usted, puede ser correcto para otro”, afirman los relativistas. Como su indicador moral apunta a toda dirección, están dispuestos a considerar aceptable casi cualquier tipo de conducta.

lunes, 8 de junio de 2009

La Generosidad


La generosidad es poco practicada e4n nuestro tiempo debido a que uno pudiera razonar así: ‘Si doy generosamente de mis pertenencias para ayudar al necesitado, quizás no me quede nada como respaldo si sufro reveses financieros. En ese caso, ¿quién me ayudaría?’ Ese modo de pensar podría hacer que uno se retrajera de ser generoso con sus haberes. Por eso definitivamente exige fe el creer que el dar generoso no perjudicará la seguridad de uno posteriormente.

Además, cuando otros ven que una persona muy generosa llega a estar realmente necesitada, se sienten mucho más inclinados a ayudarla que a la que ha sido tacaña.

La generosidad verdadera es realmente una expresión de amor. Y hay ocasiones en que el amor exige restringirse en la generosidad. Por ejemplo, hay personas que son irresponsables y perezosas y se muestran renuentes a aceptar trabajo aunque haya a la mano tareas que puedan hacer. Les perjudicaría el que se les permitiera abusar de la generosidad ajena.

La generosidad no es solo dar algo material, sino tambien dedicar tiempo o esfuerzo ha ayudar a alguien; aunque no se tenga las posibilidades económicas se puede contribuir de otras maneras.

domingo, 31 de mayo de 2009

¿Por qué vestirse de humildad?

EL ESCRITOR estadounidense Edgar Allan Poe acababa de leer a unos amigos un nuevo relato que había escrito. Bromeando, ellos comentaron que había mencionado demasiado el nombre del héroe. ¿Cómo reaccionó Poe? Un amigo recordó lo siguiente: “Su espíritu orgulloso no pudo soportar aquella franca crítica; por eso, en un estallido de cólera, y antes de que sus amigos pudieran impedírselo, Poe arrojó todas las páginas al fuego”. Se perdió un relato “muy divertido, que no manifestaba su [...] peculiar melancolía”. La humildad pudiera haber salvado aquel relato.

A pesar de que el orgullo hace que la gente obre imprudentemente, cunde en el mundo. Pero los siervos de Jehová tienen que ser diferentes. Tienen que llevar puesta la bien diseñada prenda de la humildad.

¿Qué es la humildad?

El apóstol Pablo aludió a la hermosa prenda cristiana de la humildad en su escrito a sus compañeros de creencia de la antigua ciudad de Colosas. Exhortó: “Como escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia”. (Colosenses 3:12.)

Sí, como ahí se indica, la humildad encierra una actitud mental. Es la ‘virtud que consiste en el conocimiento de la propia inferioridad’ (Diccionario Ideológico); ‘una virtud contrapuesta al orgullo’ (Moliner); “mansedumbre” (Diccionario Ilustrado de la Biblia). La persona humilde es “modesta” y ‘respetuosa’ (Moliner); ‘no orgullosa’ (Diccionario de la Biblia). La humildad no es cobardía ni debilidad. De hecho, el orgullo refleja debilidad, mientras que muchas veces el desplegar humildad requiere valor y fortaleza.

La humildad... una ayuda en tiempo de adversidad

LA HUMILDAD les es sumamente apropiada a las criaturas humanas. Hasta algunos hombres de sabiduría mundana parecen reconocer la realidad de eso.

Así sucede que sir Isaac Newton, uno de los más grandes científicos entre los hombres, declaró: “Si he visto a mayor distancia, fue por estar de pie sobre los hombros de gigantes.” De manera semejante el difunto Dr. Otto Hahn, quien descubrió que el átomo se podía dividir, dijo en su autobiografía: “Al reflexionar en mi larga vida, me doy cuenta de que mi carrera científica se debió en gran parte a una serie de accidentes afortunados.”

La humildad no solo es adecuada, sino que todo la recomienda. De suma importancia es el hecho de que puede ayudar ponernos en la relación correcta con Jehová Dios, pues leemos: “Dios se opone a lo altivos, mas da bondad inmerecida a lo humildes.” (Sant. 4:6) La humildad también contribuye a nuestra propia tranquilidad de ánimo y contentamiento. Y nos ayuda en nuestras relaciones con nuestros semejantes.

Además, la humildad es especialmente útil cuando estamos siendo probados por la adversidad. Los problemas familiares, las ocasiones económicas penosas y el consejo severo quizás sean difíciles de arrostrar. La adversidad también puede presentarse en la forma de oposición que encontramos mientras participamos en el ministerio cristiano, o de persecución severa. Puede incluir alguna injusticia que cometa contra nosotros un presunto amigo. Como veremos, la humildad nos ayudará a aguantar.

La empatía, fundamento de la conversación

Una de las cualidades humanas más valiosas es la empatía. Pero ¿qué es exactamente? Según el Dr. Bernard Guerney, de la Universidad Estatal de Pensilvania, la empatía es ‘la capacidad de comprender los sentimientos y opiniones del prójimo, sea que se compartan o no’. ¿Qué importancia tiene la empatía en la conversación? “Es fundamental; es la base sobre la que se edifica todo lo demás.”

El Dr. Guerney explica que para mantener buenas relaciones es indispensable conversar. En muchos casos surgen diferencias de opinión. Para zanjarlas y salvar la relación debemos estar dispuestos a hablar del problema. Muchos lo evitan porque no saben cómo hablar sin que los demás se pongan a la defensiva y se enfaden. Según el Dr. Guerney, “la mayoría de las personas confunden el hecho de comprender y respetar la postura del interlocutor con estar de acuerdo con dicha postura. Por consiguiente, cuando discrepan, no muestran ni comprensión ni respeto. La empatía nos permite distinguir entre comprender y estar de acuerdo”.

Al ponerse en el lugar de la otra persona entenderá cómo siente y piensa ella. En tales circunstancias, verá cómo puede ser más comprensivo y respetuoso, aun cuando disienta de su opinión.

Pongamos por ejemplo el caso de Janet, una madre de cuatro hijos. Hubo un tiempo en que estaba deprimida y se sentía inútil. Ahora entiende lo importante que es mostrar empatía cuando se quiere ayudar a alguien. Janet cuenta: “Recuerdo que mi esposo habló conmigo y me hizo ver las diversas maneras en que yo estaba ayudando a otros, a pesar de que yo creía que mi trabajo no servía de nada en absoluto. Escuchó con cariño lo que le dije entre sollozos, y luego me consoló. Si hubiera minimizado mis pensamientos o hubiera dicho ‘Eso son tonterías’ o algo parecido, me habría callado y me habría encerrado en mí misma. Pero, por el contrario, aquella noche tuvimos una larga y significativa conversación”.

‘El interés personal que denota la empatía, fomenta la comunicación, el intercambio extenso de ideas que la mayoría de la gente desea y necesita’, concluye el Dr. Guerney.

¿Escucha usted con empatía?

IMAGÍNESE que tuviera los medios para hacer un regalo costoso a todos sus familiares y amigos. ¡Qué felices y agradecidos se sentirían! Pues usted puede hacerles un regalo muy especial, algo que realmente necesitan, y no le costará nada de dinero. ¿De qué se trata? De su atención. Casi todas las personas desean atención y responden con gratitud cuando la reciben. Sin embargo, para dedicar a alguien atención de calidad, debe escucharlo con empatía.

Si es padre, empresario o hay personas que acuden a usted en busca de consejo y guía por el puesto que ocupa, es necesario que escuche con empatía. Si no lo hace, otros lo notarán y ya no les inspirará tanta confianza.

Aunque no sea alguien a quien se le pida consejo con frecuencia, igualmente debe escuchar a otros con empatía, como por ejemplo, cuando algún amigo recurra a usted en busca de consuelo. Un proverbio bíblico dice que quien no escucha antes de hablar puede resultar humillado. (Proverbios 18:13.) ¿Cuáles son algunas de las maneras de manifestar empatía al escuchar a otros?

Esté absorto en lo que le dicen

¿Qué significa escuchar con empatía? El Diccionario de la lengua española define el término “empatía” de la siguiente manera: “Participación afectiva, y por lo común emotiva, de un sujeto en una realidad ajena”. Y para el verbo “escuchar” da esta definición: “Prestar atención a lo que se oye”. De estas definiciones se deduce que para escuchar con empatía no basta con oír lo que alguien dice. Hay que prestar atención y compartir los pensamientos y sentimientos de la otra persona.

Para ello hace falta estar absorto en lo que uno oye, sin dejar que la mente divague. Simplemente pensar en lo que va a responder ya le impide escuchar bien. Disciplínese para concentrarse en lo que le esté diciendo la otra persona.

Mire directamente a su interlocutor. Si no lo hace, parecerá que no le interesa lo que le está diciendo. Observe su expresión y sus ademanes. ¿Está sonriente, o con el ceño fruncido? ¿Reflejan sus ojos humor, tristeza, o recelo? ¿Es importante lo que deja sin decir? No se preocupe por lo que va a responder; si escucha con atención, la respuesta le vendrá por sí sola.

Mientras escucha, podría ir asintiendo con la cabeza y también verbalmente, utilizando expresiones como “ya” o “comprendo”. Es una manera de demostrar que está prestando atención. Ahora bien, no piense que con solo hacer eso las personas creerán que usted está escuchando si en realidad no es así. Asentir continuamente con la cabeza puede delatar impaciencia. Es como si usted estuviese diciendo: “Date prisa, vamos, termina ya”.

De todas formas, no hay por qué preocuparse demasiado de seguir cierta técnica. No tiene más que escuchar con verdadero interés, y sus respuestas reflejarán su sinceridad.

Las preguntas adecuadas también demuestran que está absorto en lo que le dicen y presta atención. Manifiestan su interés. Pida que le aclaren los aspectos que no se digan o que usted no entienda. Haga preguntas que inviten a la otra persona a explicarse con más detalles. No le dé apuro interrumpir de vez en cuando, pero no lo haga demasiado. Entender las cosas con claridad forma parte del proceso de escuchar. Si no interrumpe demasiado, la otra persona percibirá su deseo de comprender cabalmente lo que le está diciendo.

¿Llega usted siempre tarde?

DOS chicos estaban mandando unas invitaciones para una pequeña fiesta que iban a celebrar en su casa el sábado a las dos de la tarde. Al recordar que dos de sus amigos siempre solían llegar tarde a todas partes, uno de ellos sugirió: “¿Por qué no ponemos en sus invitaciones que vengan a la una? Así, probablemente llegarán a las dos, justo a tiempo”. ¡Y eso es exactamente lo que sucedió!

No todos los problemas relacionados con la puntualidad se resuelven con tanta facilidad. De hecho, no llegar a tiempo puede ser la causa de graves trastornos tanto para los que llegan tarde como para cualquiera que se vea obligado a esperarlos. Desde luego, hay que reconocer que no todas las culturas dan mucha importancia a la puntualidad. Pero sin importar el lugar donde uno viva, probablemente tendrá que preocuparse de llegar a tiempo para tomar un avión, para una reunión formal, una cita de negocios y hasta algunas reuniones sociales.

De modo que si suele llegar tarde a todas partes, ¿qué puede ayudarle a ser puntual? Y si usted es quien a menudo tiene que esperar a otros, ¿cuál pudiera ser una buena ayuda para enfrentarse a esta debilidad humana tan generalizada?

¿Llega tarde la mayoría de las veces? En primer lugar, intente identificar la causa. ¿Se distrae con facilidad? ¿Le resulta muy difícil organizar su vida o la de su familia? Con esfuerzo, puede vencer estos problemas. Por ejemplo: organice sus actividades habituales y haga planes en consecuencia, permitiéndose más tiempo del suficiente para cada cosa. Mire su reloj más o menos cada hora. En lugar de tratar de llegar a los compromisos importantes a la hora justa, propóngase llegar con tiempo de antelación. Ahora bien, ¿pudiera ser que su problema tuviese unas raíces más profundas?

Causas psicológicas

A veces, detrás de la tardanza hay motivos escondidos: evitar actividades desagradables, poner de manifiesto la importancia de uno, captar la atención o evitar la necesidad de esperar a otros.

La doctora Dru Scott comenta sobre una causa de la tardanza que aún es más sutil: “Un representante que está listo para salir de su oficina a tiempo para una reunión importante con un cliente se vuelve cuando ya está en la puerta con el fin de hacer ‘solo una llamada telefónica más’. Una abogada que está a punto de salir hacia el aeropuerto se ve impulsada a demorar su salida para dictar ‘solo un memorando más’. Este tipo de dilación les proporciona un estímulo negativo. Con ello se crea automáticamente una necesidad de experimentar esas acuciantes prisas del último momento”.

Sí, aunque desagradable, la emoción del último momento puede suministrar el estímulo que se necesita. Si sospecha que esta clase de emoción tal vez haya creado “adicción” en usted, ¿cómo puede vencerla? Dru Scott sugiere: “El tener un estímulo es una necesidad básica que todos compartimos, y no manifiesta falta de madurez que alguien lo busque. Seres humanos saludables reconocen esta necesidad y aprenden a satisfacerla de manera provechosa”.

En otras palabras: piense en lo que planea hacer durante la semana. ¿Ha incluido algunas actividades positivas que le proporcionen la emoción o el estímulo que necesita? ¿O lo único que tiene programado es una lista de rutinas monótonas y de poca importancia? No hay nadie que ejerza un control completo sobre sus actividades, pero si, en la medida de lo posible, se esmera en crear incentivos, puede que le resulte más fácil tolerar los aspectos rutinarios de la vida sin tener que recurrir a llegar tarde para darle emoción.

jueves, 28 de mayo de 2009

Puntualidad


“¿Ama usted la vida? —preguntó en cierta ocasión Benjamín Franklin—. Entonces no desperdicie el tiempo, porque de eso está hecha la vida.” Todos reconocemos que eso es cierto. Pero también es importante para los cristianos no hacer que otros pierdan su tiempo. “El que llega tarde —dice un misionero—, parece decir por su acción: ‘Mi tiempo es más valioso que el tuyo, así que tú puedes esperar hasta que yo esté listo’.” El que no es puntual no solo parece desorganizado y poco confiable, sino también hasta cierto grado egotista e inconsiderado.

El ser puntual es más que solo un asunto de preferencia regional. Es un hábito, muy parecido a como el que uno sea limpio, ordenado o cortés es asunto de hábito. Por supuesto, no nacemos con esos hábitos; tenemos que cultivarlos. Si a usted se le ha enseñado a ser puntual desde niño, eso es una bendición. Pero muchas personas vienen de familias y de antecedentes en que raras veces tenían que apegarse a un horario o veían la necesidad de coordinar unos con otros sus esfuerzos.

Algunos quizás piensen que no quieren vivir por el reloj, de modo que este gobierne todo cuanto hacen en la vida. Sin embargo, el ser puntual no es solo un asunto de dejarse controlar por el reloj. Es cuestión de tomar a pecho los intereses y el bienestar de otras personas, ‘de modo que uno no vigile con interés personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás’.

miércoles, 27 de mayo de 2009

¿Qué significa ser honrado?


SER honrado significa ser veraz y no engañar. La honradez exige ser justo al tratar con otros... ser franco, honorable, libre de engaño. El honrado es hombre íntegro. Puesto que siempre es confiable, nunca estafa a su semejante. Todos quisiéramos que se nos tratara así, ¿verdad? Por eso, ¿puede pasar de moda o anticuarse alguna vez la honradez?

Sin embargo, muchos miles de personas roban tiempo al desperdiciar las horas del trabajo en pausas extensas para descanso, llegar tarde al empleo y salir temprano, pasar mucho tiempo arreglándose después de llegar, usar el teléfono de la compañía para largas llamadas personales no autorizadas, efectuar sus propios negocios en el tiempo de la empresa y hasta tomar siestas durante las horas del trabajo. Su robo les cuesta mucho a todos.

Entre otras formas de robo en el empleo está el llevarse artículos y equipo para uso personal. Algunos dicen que esto es simplemente compensación por un salario inadecuado, ¡como equilibrando la situación con un patrono tacaño! Pero si uno se lleva cosas a espaldas del dueño o patrono, o sin su permiso, eso en verdad es una forma de robo.

Por otra parte, puede que uno consiga empleo precisamente porque es honrado. Un agente de una bien conocida compañía internacional de seguros le aconsejó al dueño de una próspera tienda del centro comercial de Toronto, Canadá, que, para acabar con los problemas del robo por sus empleados, empleara a testigos de Jehová. Explicó: ‘Mientras me adiestraba en otra ciudad, descubrí que entre los clientes de la compañía de seguros había una extensa cadena de supermercados que solo empleaba a Testigos para reponer las existencias de noche. Habían tenido problemas con otros obreros, pero no habían perdido nada desde que dieron las llaves a los Testigos para reponer las existencias de noche’.

Otras maneras de desplegar honradez

Por lo general sucede que el que pide dinero prestado despliega humildad y respeto cuando lo hace, y asegura que pagará y que agradece la ayuda. Pero parece que cuando llega el momento de pagar la deuda algunos deudores se transforman en fieras. Entonces suele haber cólera, hostilidad, quejas de que se les está acosando por el pago, y alegaciones de que el prestador no tiene piedad. Ante los ojos del prestatario, ¡el generoso prestador se ha transformado en un monstruo! Sin embargo, la Biblia dice que ‘el que pide prestado y no paga es inicuo’. (Salmo 37:21) Esto sería especialmente cierto en el caso del prestatario que no se esfuerza por pagar siquiera cantidades pequeñas que demuestren su buena fe, y quizás hasta ni se esfuerce por comunicarse con el prestador.

En la vida familiar se requiere la honradez en muchos asuntos: El cabeza de familia debe ser veraz con su esposa sobre sus ingresos y asuntos financieros; la esposa debe ser honrada con él sobre cómo gasta los fondos de la familia; ambos deben ser íntegros, lo cual incluye que cada uno limite sus intereses sexuales al otro; los hijos hacen bien en ser veraces y obedientes respecto a su compañía y sus formas de diversión, y estas deben armonizar con lo que sus padres hayan señalado que es propio.

martes, 26 de mayo de 2009

Honradez en los negocios


AL VIEJO proverbio, “La honradez paga,” el cínico de hoy día replica: “¡Pero no lo suficiente!” Haciendo eco a este punto de vista, un libro menciona que la honradez “quizás sea un ideal noble, pero tiene poco valor en la lucha de vida o muerte por sobrevivir y por seguridad. El hombre tiene poca elección en el asunto. Tiene que mentir para vivir.”

¿Cree usted eso? Muchos comerciantes sí lo creen. La falta de honradez es tan común que en un “juego familiar” acerca de operar negocios la atracción publicitaria es: ‘Usted puede hacer cualquier cosa con tal de que no lo atrapen.’ Pero la falta de honradez no es un “juego” para los que la usan en el comercio. Frecuentemente razonan: “Uno tiene que prescindir de ella.”

En cuanto a la conciencia, Daniel Drew, un financiero inescrupuloso del siglo pasado, dijo esto: “Nosotros no hacemos distinciones sutiles en cuanto a insignificancias . . . Una conciencia susceptible sería como un delantal de seda blanca para un herrero. De vez en cuando uno tiene que ensuciarse las manos.”

¿Es verdaderamente cierto que uno tiene que suprimir la conciencia para tener éxito en los negocios? ¿Tiene el comerciante que prescindir de la honradez? Puesto que la conciencia tiene que ver con ello, el punto de vista bíblico es valioso. Pone a la honradez en la perspectiva apropiada, desenmascarando a las prácticas faltas de honradez por lo que verdaderamente son.


Sin embargo hay quienes justifican la falta de honradez diciendo: “Así son los negocios.” Tratan de poner la responsabilidad sobre el consumidor, diciendo: “Caveat emptor,” “Cuídese el comprador.” Pero, ¿es la falta de honradez bajo el manto de “negocios” de algún modo más legítima? ¿Puede un ladrón decir: “Cuídense mis víctimas,” para deshacerse de la responsabilidad por su robo?

Debemos tener cuidado con ese tipo de pensar a la hora que tengamos que hacer actividades sea en la escuela, trabajo o en el hogar.

lunes, 25 de mayo de 2009

Beneficios de corto plazo contra largo plazo

Preguntemonos: ¿Qué deseo... una ganancia rápida, un beneficio aparente, o lo que me traiga beneficios duraderos? Al pensar en ello, ¿no es verdad que cualesquier beneficios aparentes que vengan del mentir y el hacer trampas son a lo mejor de corta duración? .

Toma, por ejemplo, al hombre de negocios que pinta un cuadro falso acerca de algún producto. Quizás logre una venta, pero al hacerlo puede perder un cliente cuando esa persona descubra que la han engañado. O, supongamos que se hiciera trampa en la escuela. Si no te sorprenden, pudiera ser que conseguirás calificaciones más altas. Pero ¿de qué valdría siquiera el que tuvieras las más altas calificaciones si salieras de la escuela con muy poco conocimiento?

Al cabo, pues, la persona que hace trampas y engaña en realidad se defrauda sobre todo a sí misma. Sencillamente haz una comparación entre la persona honrada y la persona que carece de honradez. Y considera algunas de las cosas que la que carece de la honradez puede perder y ve si no concuerdas en que cualquiera que cree que la falta de honradez ayuda a obtener una vida mejor y más feliz realmente es muy miope.

Si se te conoce como persona recta y honrada en sus tratos, te ganas el respeto y confianza de otros. Es más probable que los amigos que hagas sean genuinos, porque para ellos tú eres amistad genuina, y ellos lo aprecian. Aunque es verdad que a menudo el mundo de los negocios moderno despliega falta de honradez, también es verdad que por lo común los patronos tienen suficiente buen juicio como para considerar valiosos a los empleados que son honrados. Por eso, una reputación de honradez puede significar obtener empleo cuando el empleo es escaso o ayudar a retener un empleo cuando otros están perdiendo el suyo.
¿Qué decisión tomaras tu?

domingo, 24 de mayo de 2009

La honradez.....¿vale el practicarla?


A la mayoría de la gente hoy no le parece sensato el que se diga la verdad siempre. ¿Has observado eso? Muchos comerciantes afirman que sin alguna falta de honradez no podrían competir con buen éxito. Diariamente vemos anuncios que exageran o representan falsamente la realidad. Aunque se supone que los líderes políticos estén protegiendo el bienestar del público, muchas personas consideran a éstos como personas que no son dignas de confianza.

Al ver tanta falta de honradez entre los adultos, frecuentemente los jóvenes adoptan el mismo proceder. Muchos hacen trampas en los exámenes escolares o faltan a clase con falsas excusas. Se jactan ante sus amigos y pintan cuadros falsos de lo que son o de las cosas que han hecho. En el hogar, quizás hasta engañen a sus padres... por medio de responder con medias verdades a preguntas que se les hacen en cuanto a su conducta, ocultando los hechos al frasear sus respuestas de modo que den impresiones completamente falsas. Si sus padres u otros tratan de averiguar qué piensan acerca de la inmoralidad, las drogas o cosas similares, probablemente oculten muy bien la realidad, diciendo lo que ellos creen que los que les están haciendo las preguntas desean oír, y no diciendo lo que realmente piensan. Para conseguir dinero o permiso para hacer algo, posiblemente derramen sobre el padre o la madre una lluvia hipócrita de afecto, o halagos.

Pero ¿es extraño esto, en realidad? La verdad es que muchos jóvenes creen que hacen esto con razón. ¿Por qué? Bueno, es verdad que quizás sus padres les enseñen que es incorrecto mentir. Pero probablemente ellos ven a sus padres falsificar la realidad para salir bien de alguna situación desagradable o para no pagar alguna cuenta, deuda o impuesto. ¿Has notado que algunos padres hasta usan a sus hijos para que presenten información falsa para ellos al excusarse de ciertas cosas?

Donde reinan condiciones como éstas, ¿qué estímulo recibe la gente joven —o cualquiera de nosotros— para hacer esfuerzos por desplegar honradez en todas las cosas? En un mundo donde el mentir, el hacer trampas y el robar son tan comunes, ¿hasta qué punto es práctico y vale la pena el apegarse uno a lo que es verdadero? ¿Realmente le traerá mayor beneficio que la falta de honradez, y, si así es, qué clase de beneficio?

viernes, 22 de mayo de 2009

Educación sobre valores

En el pasado, la familia y la religión tomaban la delantera en enseñar valores morales a los niños. Pero hoy a muchos les parece que las escuelas deben hacerlo. ¿Por qué? Porque, como indicó el presidente de la Universidad de Harvard, el público opina que “la familia y las iglesias no ejercen tanta influencia como antes en transmitir valores a las personas”.

En la actualidad los padres enseñan pocos principios morales, si acaso enseñan algunos, a sus hijos —lamenta un supervisor escolar de educación especializada—. Si no lo aprenden aquí, lo aprenderán en las ‘calles’.

De acuerdo, una socióloga, el mensaje que muchos de los estudiantes llevarían consigo sería: “Simplemente haz lo que te venga a la mente en aquel momento. El engañar no tiene en sí nada de bueno ni malo. Pero mantente tranquilo. Examina la escena. Conoce a tu auditorio”.

Otra técnica consiste en enseñar al estudiante a considerar los valores que está adoptando a la luz de las metas que tiene en la vida. Estas absolutas metas personales —la supervivencia, el placer, la libertad o alguna otra cosa— deberían ser lo que el estudiante considera de mayor importancia. Esta técnica es simplemente otra forma de decir “haga lo suyo”. El estudiante podría terminar por tener el placer en mayor estima que cualquier otra cosa y aún se consideraría que él tiene valores morales sólidos.

Para que el estudiante realice su meta en la vida, se promueve el llegar a un término medio. Se justifica el término medio afirmando que “debemos esforzarnos por ser razonablemente morales, pero no extremadamente morales”, que “nada es intrínsecamente bueno ni malo."

Para que el estudiante realice su meta en la vida, se promueve el llegar a un término medio. Se justifica el término medio afirmando que “debemos esforzarnos por ser razonablemente morales, pero no extremadamente morales”, que “nada es intrínsecamente bueno ni malo”. Pero en The Toronto Star, T. W. Harpur dice que este método “no transmite a nuestros jóvenes ninguna base para que decidan lo que es correcto e incorrecto”. Concluye que “es imposible enseñar verdadera moralidad sin que haya algunas normas absolutas que se acepten de común acuerdo”.

En conclusión, podemos decir tales valores en los jovenes se estan perdiendo debido a la falta de educación de valores de parte de los padres y el dejar tal responsabilidad a otras personas.
Y jovenes debido a la falta de dirección se dejan llevar por la influencia de otras personas. Por tanto, hay que saber elegir las compañias.